Destinos cautivos by Nieves Hidalgo

Destinos cautivos by Nieves Hidalgo

autor:Nieves Hidalgo [Hidalgo, Nieves]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Romántico, Histórico
editor: ePubLibre
publicado: 2014-10-01T04:00:00+00:00


26

La riada de maravedíes que sangraba las arcas reales con destino a Flandes con impuestos y tributos que esquilmaban al pueblo llano, mermando las finanzas de comerciantes y artesanos e incluso los patrimonios de los nobles; los abusos del clero menospreciando sus sagrados votos hasta el punto de tomar parte en bacanales o mantener relaciones entre ellos; la oposición al gobierno y el control de la nación por un flamenco, a la que incluso se sumaban los conversos; los conflictos exteriores como la intención de Francia de hacerse con Navarra y los corsarios berberiscos al norte de África, eran el caldo de cultivo en el que fermentaban las revueltas populares.

Aunque eran reprimidas enérgicamente, no dejaban de crear una causa efecto que contribuía a radicalizar los ánimos, lo que se traslucía en fuente inagotable de problemas para Cisneros en su retiro provisional de Los Arrayanes. Para no perturbar la marcha de la casa se limitaba a hacer partícipe de ellas a quien últimamente se había convertido en su apoyo moral: Diego. Pero tantos frentes iban minando el espíritu y la salud del cardenal, ya de por sí debilitados por sus muchos años.

Lejos de tranquilizarle la próxima llegada de don Carlos, a Cisneros le inquietaba sobremanera, en especial ahora que tenía que neutralizar el complot que maquinaba la muerte de Fernando. No era descartable, por otra parte, que en cualquier momento los motines alcanzasen a Trujillo, villa hasta entonces tranquila y alejada de las agitaciones de la corte.

No se equivocaba.

Rayando octubre, cuando ya desesperaban de lograr algún indicio sólido que les guiara en la dirección correcta para desactivar a los enemigos del infante Fernando, sin ni siquiera saber con certeza el paradero del joven, a punto ya el Regente de dar por finalizada su estancia en la hacienda de los Bellaste para partir hacia Santander, Trujillo se convirtió en un polvorín avivado por el arresto y posterior muerte de Balbina Cobos.

Fue el mayordomo de Diego, Savatier, quien, recién llegado a la finca, trajo las malas nuevas a media tarde.

Recluidos en el gabinete del conde, este no refrenó su lengua, zahiriendo al cardenal, miembro de la Iglesia antes que hombre de Estado.

—Los abusos de clero y nobles, añadidos a la sangría de Flandes, que no cesa, nos han llevado a esto, Eminencia —tronó Diego perdiendo un poco los papeles—. Se veía venir. El descontento se ha extendido por el Estado como la pólvora y lo que temo es que pueda estallarnos en las narices.

Cisneros, visiblemente incómodo, y también preocupado por la marcha de los acontecimientos, se limitó a asentir, pendiente del joven, más alterado de lo que era habitual en él, yendo de acá para allá por la habitación.

Por supuesto, necesitaba a Diego. Lo necesitaba como punta de lanza para la neutralización de la trama contra Fernando, pero su fidelidad a la causa podía tener fecha de caducidad. Nadie le obligaba a no cambiar de idea para preocuparse del progreso y la seguridad de su hacienda.

No podían fallarle a la reina Juana, así



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.